Tengo el presentimiento que algo siniestro está invadiendo el alma de los peruanos. Nuestra mente está asimilando cada vez mayores rangos de episodios crueles en los hogares y en la política. Hijos son acusados de matar a sus padres y estos a su vez destruyen los pequeños cuerpos y almas de sus hijos con desborde de impulsos que ni los animales tienen con sus crías; la mayoría esta tan perturbada que considera que el castigo físico es bueno para educar.
Recientemente se ha amenazado a un hombre probo y consecuente, como el doctor Salomón Lerner, con matarlo como ya se ha hecho con sus perros; todos los días hay noticias de niños violados y maltratados; noticias además de apropiación de fondos públicos -con y sin maletines y/o vídeos- por parte de quienes deben cuidarlos a favor de tantos pobres.
Cuando las noticias horrorosas martillean la mente de un ser humano, ya no hay asombro ni preocupación, ni fuerza para accionar y detener esta deshumanización que cada vez es mayor. Creo que el origen puede ser una gran dosis de psicopatía que está avanzando. ¿Cómo es un psicópata?... Un escorpión que pica a su presa, la hace sufrir y la mata sin remordimiento. Piense entonces que un psicópata en el hogar o en la política es como un frío escorpión que, cuando pica, solo espera que el veneno sea efectivo.
¿cómo darnos cuenta si estamos frente a un psicópata? Si actúa en beneficio propio aparentando lo contrario, carece de remordimiento, jamás se siente mal por el sufrimiento ajeno. Lo justifica todo. Los demás son los culpables.
Importante sería no dejarse llevar por las apariencias ni por las palabras, como hacen los niños. Lo sustancial: ver los actos, y no en el presente, sino en el tiempo.
"La única cosa necesaria para el triunfo del mal es que las buenas personas no hagan nada" (Edmund Burke).
Por: Dra. Carmen Gonzalez
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